Las conexiones se clasifican básicamente en dos tipos: las Reusables y las
Permanentes. Las primeras son conexiones que se pueden recuperar y ensamblar
otra vez en una manguera nueva. Tradicionalmente esto se da en aplicaciones de
presión moderada, donde en los rangos de baja presión se utilizan conexiones de
una pieza en material de latón, mientras en media y alta presión se utilizan
conexiones de dos piezas generalmente en acero. Las conexiones permanentes se
sujetan a la manguera por una deformación del metal a través de troqueles y un
equipo de acoplamiento. Estas no se pueden recuperar, además de que son más
seguras en aplicaciones de muy alta y extrema presión donde los espesores del
metal son mayores y los diseños más robustos. Las háy de una sola pieza y de dos
piezas, donde el tipo de troquelado puede ser característico de una determinada
marca. En Gates, el crimpado es completo y generalmente las conexiones son
largas. Un recubrimiento especial se tiene en los nuevos diseños, lo cual les
permite una mayor resistencia a la corrosión en condiciones severas de uso. Los
puertos ocuerdas de las conexiones se disponen en estándar Americano, Británico,
Alemán o Japonés.
Reusables
Pueden
ser usadas una y otra vez.
Permanentes
Se
fijan permanentemente a los extremos de la manguera y no pueden ser
reutilizadas.